Participación en el DT Call de Anita y su Mundo

¡Reto superado! ¡Puedo decir con una sonrisa de oreja a oreja que por fin os presento mis dos proyectos para el DT Call de Anita y su Mundo!

Y es que en realidad, ya no es que los tenga terminados… Es que pueda enseñároslos a través de este espacio donde, a partir de ya, comienzo una nueva aventura…

Antes de nada, he de sincerarme: presento mi candidatura dentro del plazo (muy justa), pero he estado a punto de no hacerlo… Cuando leí en el blog de Anita y su Mundo que hacían un llamamiento en el que buscaban una persona para su equipo de diseño, me dije: ¡anda, qué bien, pues igual lo intento! Pero cuando leí los requisitos me paralicé y lo descarté, ya que estoy en un momento en el que tiempo brilla por su ausencia. Días posteriores me preguntaban cómo iba con mis propuestas, que si no los había hecho que tenía tiempo, que me presentara… Y claro, yo atacada y disgustada porque… ¿cómo no me iba a gustar participar cuando a mi me encanta presentarme a todos los retos de Anita?

Y tanto me gusta, que aquí estoy, que a pesar de mis inseguridades y mis cosas varias, aquí estoy con mi“mini” y mi objeto de decoración alterado…

El mini álbum está dedicado a dos personas muy importantes para mi, pero a la vez muy tremendas: mis sobrinos Kiko y Daniel 🙂

Protagonistas absolutos de todas sus páginas, en las que pretendía plasmar la relación tan especial que tenemos.

Para ello, he usado papeles de distintas colecciones de Anita, ya que me gusta combinarlas, y la verdad, en esta ocasión me han venido fenomenal…

 

Como podéis ver en las fotografías, se trata de un “mini” muy divertido y dinámico, en el que he incluido elementos decorativos a través de tags; adhesivos con diversos volúmenes; tarjetas “en acordeón” y “cascada”; espacios para journaling, bolsillos donde poder guardar fotografías, recuerdos, cartas, etc. Todo esto facilitado por una encuadernación de espina, que permite adaptar el proyecto al grosor que se necesite.

La verdad es que he disfrutado como una enana haciéndolo, y más aun al ver sus caras cuando iban pasando cada una de sus páginas.

Por otra parte, ¿qué podía hacer como proyecto libre? Después de varios días pensando… ¡Se me encendió la bombilla y de paso hice una lámpara entera! Sí, tal y como lo lees, me decidí a hacer una lámpara de mesilla para acompañar mis tardes de otoño.

Tan solo había que pensar bien cómo iría el mecanismo, y ante todo no complicarme mucho la vida porque a veces soy muy enreda… Así que me hice de un portalámparas en la ferretería más cercana del lugar y de una garrafa de plástico para hacer la tulipa… Lo monté… ¡Y a decorar!

Para muestra un botón, ¡mirad!

Espero que os guste 😉